RESEÑA DE LA MARCHA HISTORICA HACIA ROSARIO DEL CREADOR DE NUESTRA BANDERA
Sabemos que el territorio del actual Ituzaingó fue en la época colonial y particularmente en el siglo XIX atravesado por dos importantes caminos.
Uno el Camino Real con el recorrido aproximadamente de la actual avenida Rivadavia (ex Ruta Nacional 7). El otro, efectuando el trayecto de la avenida Gaona (en Ituzaingó, hoy la Autopista del Oeste) cruzaba el río de las Conchas (hoy Reconquista) por el primitivo Puente de Márquez.
Como enlace entre ambos caminos una rastrillada seguía la traza de la actual avenida Ratti. Más adelante al hacerse importante como camino de tropas (arreos) se le conocería con el nombre de Camino al Puente Márquez.
Pocos documentos originales de la época mencionada citan el uso de estas rutas.
Felizmente tenemos en nuestras manos el “Diario de marcha” del coronel Belgrano a Rosario donde el mismo futuro general describe minuciosamente su paso por Morón y el Puente de Márquez.

Gericault. El general Belgrano. Litografía coloreada por el artista (0,332 x 0,265 m) c. 1819. Abajo en el entro dice: Dn. Manuel Belgrano. General en Xefe del exercito auxiliar del peru. Colección del autor, Buenos Aires, ex colección Antonio Santamarina. Primer estado dibujado sobre la piedra sin invertir. Muestra el flanco derecho del caballo como si fuese el izquierdo. No aparece el sable que Gericault agregó en el estado definitivo.


HISTORIA DE UN DOCUMENTO
Es reciente el hallazgo de este valioso documento no dado a conocer hasta el año 1970. Los hechos se producen de la siguiente manera:
El prestigioso animador y conductor radial y televisivo Antonio Carrizo (su nombre real es Antonio Carrozi Abascal) es un bibliófilo muy importante y por dicha afición descubre en una subasta pública, ocho carillas escrita en una fina y menuda letra atribuida a Belgrano. Adquiere la rara pieza sin reparar en el precio y en un acto de grandeza y desprendimiento la facilita a la Academia Nacional de la Historia. El “Diario de Marcha” es analizado y transcripto por la entidad y publicado en el año 1971 por la misma academia con comentarios y anotaciones del Académico de Número Ernesto J. Fitte. De dicho documento transcribiremos textualmente el relato de Belgrano. Pero antes es conveniente mencionar algunos antecedentes históricos que llevan a encomendar al prócer la misión motivo de este relato.

EL REGIMIENTO DE PATRICIOS
En la noche del 6 de diciembre de 1811 se sublevaba el Regimiento 1 de Patricios. Recordemos que su cuartel ocupaba el predio de la actual Manzana de las Luces, sobre la calle Bolívar, al lado de la iglesia de San Ignacio. Es conocido como Motín de las Trenzas y promovido entre algunos suboficiales, va a provocar profundos cambios en el regimiento así como castigo ejemplares. Por entonces Manuel Belgrano, al regreso de la Campaña del Paraguay, es sometido a juicio y destituido del mando. Pero la caída de la Junta Grande y la asunción del Primer Triunvirato modifican la situación. Así el 13 de noviembre de 1811 le es conferido a Belgrano el empleo de Coronel de Regimiento de Patricios advirtiéndole que se trata de un cuerpo “que necesita de su cuidado y su atención”. El esmero puesto, permitió superar el citado motín y encarar la reorganización del cuerpo, siendo esta otra de las tareas que la Patria encargó a Belgrano y que éste supo cumplir.
Reiterados informes indicaban que los realistas tenían proyectado incursionar en el Paraná para asestar un golpe contra alguna población del litoral.El Triunvirato creyó que ocupar al regimiento en una tarea militar fuera de Buenos Aires sería importante para el restablecimiento de la disciplina. Una fuerza expedicionaria llevaría tranquilidad y defensa a las poblaciones del Paraná y allí se recomienda al entonces coronel Belgrano tal trascendente misión.
La fuerza estaría integrada por aproximadamente 500 hombres de infantería que recorrerían a pie el trayecto entre Buenos Aires y Rosario. Acompañarían carretas con alimentos y pertrechos militares. Belgrano y los oficiales contarían con cabalgaduras, pero el jefe no la utilizó pues haría el trayecto en un coche de caballos alquilado, pues sus dolencias ya presentes lo obligaban a ello.
Así el 24 de enero de 1812, el cuerpo se ponía en marcha partiendo de su cuartel que como dijimos ocupaba el predio del ex Colegio de San Carlos contiguo a la iglesia de San Ignacio.

El 27 de febrero de 1812 es izada por primera vez, a orillas del río Paraná, la bandera celeste y blanca creada por Belgrano. Complejo Museográfico Enrique Udaondo, Luján.



EL “DIARIO DE MARCHA”
A continuación transcribiremos textualmente los tres primeros días de marcha en relato original del mismo Belgrano. Sólo incluiremos algunos comentarios aclaratorios nuestros y notas que al pie de página el historiador Ernesto Fitte incluye en la recopilación del fascículo publicado por la Academia Nacional de la Historia.

24 DE ENERO DE 1812
En la mañana de este día se cargaron las diez y seis carretas que se nos señalaron con las municiones, tiendas de campaña, vestuarios y útiles de las diez Compañías del Regimiento, y asimismo la Caja de los caudales y la de la Capilla en el mejor orden posible, dejando señalada la hora de las 4 de la tarde para la reunión de la tropa en el Cuartel á fin de emprender la marcha.
A la expresada hora se tocó asamblea, y después de darse las provindencias oportunas, y repartir los chifles que se adaptaron para cantinas, se puso en marcha el Regimiento á las 5 ½ con destino á San José de Flores para donde había mandado las carretas en la mañana, y á cuyo punto ordené que se llevase el ganado, y que el Subteniente Anglada á quien di orden de que se adelantase, buscase la leña suficiente para cuando llegásemos: asimismo mandé al Capitán Forest con el Cadete Díaz para que delinease el campamento a fin de que la tropa levantase las tiendas luego que llegase al punto.
Siguiendo la marcha, hicimos alto en los Corrales de Miserere para que se proveyera la tropa de agua, y tomase aliento; allí fuimos bien acogidos por el Rdo. Padre Fray Isidro Viera que está al cargo del Hospicio de los Padres Mercedarios, y después de una media hora de descanso continuamos la marcha hasta el Campamento de San José: el camino en la mayor parte es bueno; pero tiene pasos que n tiempos de agua deben ser intransitables para marchar á pie.
A las 9 de la noche llegamos al punto indicado, y habiéndose mandado formar en batalla, se dieron las órdenes de que por Compañías señalase cada Capitán los que habrán de ir á levantar las tiendas; se previno que los fogones se establecieran á sotavento del campamento, y se mandó formar la guardia de prevención, situándola en el punto que se conceptuó más aparente, dándole la orden de que estableciese centinelas al redor del Campamento, que no deberían permitir saliera alguna persona de el, sin previo permiso mío.
Levantadas las tiendas y recogidos á ellas las Compañías, por su orden, luego que cenaron, se tocó la retreta, y todo permaneció tranquilo. Se mataron 8 reses.
Santo San Martín y Buenos Ayres Constancia.

Siguiendo el camino de postas elegido por Belgrano observamos se hizo un primer descanso en Corrales de Miserere que corresponde al actual Once.
El segundo día de marcha –recordemos se realizaba a pie- las tropas llegaron al actual Flores. Los antecedentes que aporta el relato de Belgrano sobre el pueblo que nacía, son de valor incalculable. En el mismo día 25 se da cuenta del inicio de la marcha hacia el pago de Morón siguiendo el Camino Real del cual hace Belgrano un elogio. Hacemos notar que las marchas se iniciaban entre las 5 y 6 de la tarde pues debido a la canícula estival en esa época del años ería imprudente realizarlo a otras horas. Nos emociona la cita de Belgrano del lugar elegido para acampar: la Cañada de Morón (actual Arroyo Morón entubado).

DIA 25
No siendo posible continuar la marcha por deberse tomar varias disposiciones para el mejor arreglo de ella, mandé que la tropa trabajase por el espacio de una hora; y concluido, repartí los Quadernitos de las obligaciones del Soldado, etc., para que se lean en las Compañías en los ratos que los permita el servicio; y se dispuso que se trajera el ganado para que comiera la tropa.
Este punto presenta buenas proporciones para campar, sin embargo de que el agua es de los pozos que tienen los vecinos bastante regular, y de que la leña solo puede obtenerse de los acopios que ellos mismos hacen; también podría servir para situar una gran guardia que con observación por todos los caminos que se hallan a pocas distancias, y los que vienen a incidir en él, averiguase el Jefe la clase de personas que entran y salen en la Capital, de cuya noticia se carece con bastante detrimento de la buena policía.
El Pueblo empieza a formarse: la Iglesia, aún no está concluida; su largo 20 varas, ancho 8 ½: á las cercanías de ella hay de 16 a 20 familias; son contados los edificios que hay de material: á las inmediaciones hay Quintas pertenecientes á vecinos de la Capital, con plantíos de durazno, y algunas huertas: según se me ha instruido el Curato tiene legua y ¾ de jurisdicción y los feligreses que la ocupan son 1700: bautismos 180 al año y casamientos 20: es de admirar que la población no esté ni en razón de 10 á 1 con los bautismos”.
El Alcalde Don Juan Pablo Cruz se me presentó avisándome que tenía orden del Excelentísimo Gobierno para auxiliarme en lo que fuese necesario, y se me ofreció; igual oferta me ha hecho el Señor Cura Don Miguel García.
A las 4 de la tarde di la orden de marcha, y en esa hora recibí tres Oficios del Señor Gefe del Estado Mayor; dos de ellos son referentes á las penas impuestas por S.E. á los desertores, y acerca de la mejor disciplina.
Formadas las tropas mandé que hicieran el círculo, y en el les hablé como aparece del papel numero 1º y enseguida la orden acerca de desertores numero 2º de que ya hay referencia; concluido el acto manifestó la gente su contento con una aclamación general de Viva la Patria.
Minutos antes de las 6, se marchó; el camino es excelente, y tiene los recursos de agua en los pozos de las casas: hicimos alto por tres veces en que emplearíamos ¾ de hora, y llegamos al punto señalado para campar llamado de la Cañada de Morón, las inmediaciones de la panadería de Dn. Francisco Rodríguez, á las 11 de la noche.
Se desplegó en batalla; se señaló la guardia, y levantadas las tiendas, la gente cenó y sin más novedad se tocó la retreta.
Santo San Pedro Ensenada Empeño

El tercer día del diario de marcha corresponde al domingo 26 de enero.
En el relato hallamos citas que nos llaman a valorar sobremanera este diario de marcha. Una de ellas apunta al sitio donde acamparon en Morón describiendo que se hallaban 8 cuadras (aproximadamente mil metros) al norte de la Capilla de Nuestra Señora del Buen Viaje. Esta se encontraba en la misma ubicación de la actual Catedral.
Cita posteriormente que a las 4 de la tarde se pusieron en marcha hacia el Puente de Márquez. Tres horas después llegaron al citado lugar. Deducimos que deben haber utilizado el camino de Gaona por aquel entonces conocido como Camino al Puente Márquez o Camino a Córdoba entre otros nombres.
El relato del día culmina con la para nosotros conmovedora cita a la detención a pasar noche acampando en Puente Márquez. Curiosamente menciona que se cantó el “himno patriótico” cuando solo e reconoció como himno oficial un año y medio después. Finaliza el relato con una simpática descripción de la zona y el mérito de la existencia del puente que evita vadear el río en épocas de crecida. Cita además el Camino del Hospicio de los Mercedarios. Se refiere en este caso al Camino Real que al pasar Merlo y antes de vadear el Río de las Conchas atraviesa por la Capilla de Merlo, contigua al Hospicio de la Merced ubicados en donde actualmente está la Iglesia Parroquial de Merlo.

DIA 26, DOMINGO
A las 5 de la mañana se tocó á Misa, y formada la tropa en Calle la oyó; luego se mandó retirar á sus Tiendas á descansar; se les proveyó de carne, y se dio orden al Capatás de las Carretas para que á las 3 de la tarde trajese los Bueyes, á fin de anticipar su salida con el objeto de que al llegar la tropa se hallase con sus tiendas levantadas.
El punto éste tiene agua la suficiente para beber; hay una cañada que en tiempo de aguas se hace intransitable para pasar á pie; pero se ve un puentecito que sin duda se ha construido por esa necesidad, y es un alivio, en tal caso, para la tropa que marche á pie.
Como á 8 cuadras de distancia al sur se halla el Pueblo de Morón en donde está la Iglesia del Curato; el que según noticias tiene de jurisdicción de Norte á Sur 13 leguas y de Este á Oeste por la parte menor de 4 á 5 y por la mayor de 6 á 7; contaba en 1810, 3.451 feligreses en 520 poblaciones: sus bautismos, un año con otro, 60: las ocupaciones de los habitantes son la labranza, y el pastoreo.
Se batieron las tiendas á las tres de la tarde, y nos pusimos en marcha á las 4 ¼ de la tarde para pasar el Puente de Marques; llegamos a las 7 ½, habiendo hecho alto dos veces para dar alivio á la gente; el tiempo amenazaba; pero felizmente no ocurrió novedad, y mejorada la Noche, hubo retreta con la Música; se cantó el himno patriótico, y todos se retiraron después de un viva general por la Patria.
De la parte del Este del Río de las Conchas hacia donde está el Puente hay puntos muy ventajosos para defender aquel; y en lo general son más altas las tierras de dio lado, y presentan proporciones para defender los pasos, los que aunque dan Vado cuando los tiempos son secos, tienen sin embargo los obstáculos tanto en la bajada como en la subida por la altura de las barrancas, y es indispensable culatear los carros, sino se quiere pasar por el Puente; a esto atribuyo que el camino se haya alargado mas, distrayéndolo del Hospicio de los Mercedarios, por donde á la simple vista aparece mas corto.
Santo Santo Domingo y Soriano Celo
La marcha continuó hasta el 7 de febrero de 1812 culminando con la instalación de las baterías en Rosario.
De este valioso relato quisimos extractar las menciones valiosísimas a Morón y al futuro Ituzaingó de puño y letra de Manuel Belgrano.